Este restaurante ofrece platos típicos colombianos, riquísimos, abundantes y muy sabrosos. Los sabores y texturas están muy bien equilibrados, y cuentan con una gran variedad en su carta.
La experiencia en este restaurante es muy positiva. El trato y el servicio son muy buenos, el ambiente es acogedor y te transporta a la bonita Colombia. Además, cuentan con música en directo que añade un toque especial.
El acceso al restaurante es a nivel de calle, por lo que es accesible para personas con sillas de ruedas sin problemas. No hay barreras arquitectónicas que dificulten la entrada al local.
Para aparcar cerca del restaurante, es necesario dar un par de vueltas en las calles paralelas. Aunque puede llevar un poco de tiempo encontrar estacionamiento, no es difícil encontrar un lugar para dejar el coche.
Sin duda, recomendaría este restaurante colombiano. La comida es deliciosa, el ambiente es acogedor y el servicio es excelente. La experiencia en general es muy satisfactoria, por lo que seguro volveremos en breve.