La cocina de este restaurante se distingue por los sabores de la cocina mallorquina de siempre, con platos como frito de matanzas, lengua con alcaparras, sopas mallorquinas, berenjenas rellenas, arroz brut, gató con helado de almendra, entre otros.
El restaurante ofrece un ambiente acogedor y sencillo, a la vez que tradicional. Grandes espacios abiertos con impresionantes botas de vino llenan el comedor, manteniendo la decoración casi intacta desde finales de los años 60 del siglo pasado.
Los clientes destacan la calidad de la comida, como la sopa de pescado y la lengua de ternera con alcaparras, así como la excelente atención del personal. Además, mencionan que la relación calidad-precio es muy buena.
En el Bar del Celler se pueden disfrutar de las mejores tapas mallorquinas de manera ininterrumpida entre las 8:30h y las 19:00h, en un ambiente distendido y acogedor.
Una recomendación especial es el Puding de Ensaimada, un plato que destaca entre las especialidades de la casa y que los clientes suelen disfrutar.
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